Buen Trato es el Trato

Antecedentes

En el año 2000 se empezó a consolidar formalmente este proyecto, gracias al interés de la Coordinación de Convivencia del momento que aceptó la propuesta “El convenio del Buen Trato es el Trato” presentado por la Casa Editorial El Tiempo y la Fundación Restrepo Barco cuyos objetivos eran: Sensibilizar a la ciudadanía en la práctica del Buen Trato en todos los espacios de la vida cotidiana, promover al interior y a través de los medios de comunicación los principios del Buen Trato, apoyar las iniciativas que promuevan el Buen Trato y movilizar ciudadanos (1999). Se contó además, con el apoyo de los resultados arrojados por la investigación que desarrolló el Centro de Estudios Sociales (Escallón, 2001) conjuntamente con otros colegios de Bogotá, que pretendió identificar la percepción de los jóvenes sobre aspectos éticos y axiológicos, que sirvieron de insumo para la construcción de este proyecto como una propuesta pedagógica que iba a replantear el quehacer diario.

En el año 2002 la Dra. Marta Lucía Tamayo, genetista e investigadora de la Universidad Javeriana, se involucró en el proyecto con su propuesta que consistió en adecuar la urbanidad de Carreño a las exigencias y expectativas que tienen los jóvenes de este nuevo siglo sobre las relaciones interpersonales, a fin de que estas fueran respetuosas, acompañadas de buenas maneras y enmarcadas en unas normas asumidas por la convicción nacida de los afectos, “…normas concertadas y aplicadas por simple convicción, pues se trata de hacer tratos, de hacer acuerdos, de adquirir compromisos y de tener la responsabilidad de cumplirlos” (Re Trato del Buen Trato, 2004).

En el año 2004 surge el decálogo del Buen Trato, como una construcción en la que participaron todos los estamentos de la comunidad gimnasiana, liderados por un equipo de profesionales, (Arboleda, Fernández, Pautassi), y que dio como resultado diez principios éticos normativos. Cada uno de ellos se concretó en comportamientos propios del quehacer diario de nuestros estudiantes, en el espacio escolar, familiar y en el social, adecuados a la misión y visión del Colegio.

A partir del 2006 y como otro mecanismo formativo asociado al proyecto del Buen Trato, se implementaron los Descriptores de Desarrollo Personal y Social, tomando como base conceptual el estudio de las nuevas culturas juveniles que estaban emergiendo con el cambio de época, siendo diseñados para permitir tanto la coevaluación, como la autoevaluación del comportamiento de cada estudiante frente a las metas trazadas para cada grado escolar. En los años 2008, 2010 y 2011 respectivamente, se llevaron a cabo acciones pedagógicas desde la Coordinación de Convivencia que redimensionaron esta propuesta, como: El programa de Prevención del Consumo de Alcohol y Cigarrillo, El programa en Contra de la Intimidación Escolar y La propuesta de Acuerdos Gimnasianos para el buen uso de los espacios académicos.