Buen Trato es el Trato

La nueva mirada

Es importante tener en cuenta que la escuela es una institución dinámica que evoluciona y responde a los cambios culturales, situacionales e históricos de la sociedad. Por esta razón, en el año 2011 se conformó un equipo interdisciplinario (Ballesteros, Hidalgo, Pinilla y Tobar) con el propósito de repensar el proyecto y adaptarlo a las necesidades emergentes de la comunidad gimnasiana. Su abordaje metodológico se hizo a través de la aplicación de una encuesta diseñada para explorar la percepción de los estudiantes de 4° a 11° grado sobre el proyecto del Buen Trato vigente en ese momento (2011). Este ejercicio le permitió a los investigadores ampliar la comprensión sobre las necesidades de la comunidad educativa en relación con dicho proyecto.

Los resultados obtenidos mediante las encuestas realizadas permitieron determinar si los estudiantes tenían un conocimiento básico sobre el proyecto, qué escala de valores debería considerarse en el rediseño del mismo y además, se recibieron sugerencias respecto a cambios en cuanto a contenido, difusión, representación simbólica y metodología de trabajo del mismo, que contribuyeron de manera significativa a la reestructuración final de este proyecto.

Adicional a lo anterior, fue necesario revisar los actuales patrones de convivencia escolar y re direccionarlos en el marco de un aprendizaje significativo y de calidad, en el que el Colegio continuara con la tarea de acompañar a los jóvenes en su formación, generando y fortaleciendo su autonomía, preparándolos para un adecuado desempeño como miembros activos de la sociedad. De esta manera el estudiante es reconocido en su individualidad e introducido en la socialización de tal forma que reconozca y acepte las diferencias de los otros, fortaleciendo su personalidad, para que cuando salga a un mundo diferente del escolar sea capaz de reconocer y aceptar a quienes lo rodean. El proyecto considera que “El acto educativo está hecho simultáneamente de información y de sentimientos, de razón y de afectos, de inteligencia y de emociones; una inteligencia emocional que incluye el autodominio, el celo y la persistencia y la capacidad de motivarse uno mismo” (García R, 1998, pág. 25). Atendiendo a la búsqueda de una nueva mirada, el equipo se planteó unos objetivos que fueron la guía en la re elaboración del proyecto, con el fin de adaptarlo a las necesidades de la comunidad y que permitiera la revisión y la ampliación del marco teórico en concordancia con la misión y los principios fundamentales del Colegio, de tal manera que el proyecto del Buen Trato se convirtiera en el sustento de todas las acciones orientadas hacia la sana convivencia de los gimnasianos.

A partir del trabajo realizado por el equipo interdisciplinario, se reelaboró el Decálogo del Buen Trato teniendo en cuenta los valores y la aplicación práctica de cada uno de ellos, donde estos son un reflejo de la manera cómo el individuo asume la vida en consonancia con su comunidad y que por tradición se transmite entre generaciones dentro de un contexto social y cultural determinado. Por su parte, los valores son producto de acuerdos emanados de consensos sociales que propenden por el bienestar de los individuos y de la sociedad y se aprenden o asimilan a través del modelamiento que se da en la interacción entre las personas. A su vez, la praxis implica la aplicación de los valores libremente elegidos por los individuos, dentro de un contexto de compromiso responsable para con ellos mismos y la sociedad, la finalidad de los valores es la búsqueda del bien común.

Es así como la tabla que los contiene, nos permite visualizar la interrelación entre los elementos mencionados a fin de poder tener una claridad conceptual y vivencial, que posibilite avanzar en el proceso de desarrollo humano que se busca con los estudiantes.